viernes, 10 de octubre de 2008

Un panorama complicado pero no imposible

Este sábado nos enfrentamos contra Bolivia en la altura de La Paz. Un choque de coleros que, a pesar de no tener relevancia para el resto de países, es clave para las expectativas de ambas naciones.

Los dos seleccionados llegan con un gran envión anímico. Los locales vienen de empatar en inferioridad numérica con Brasil de visita; un resultado heroico e histórico para los del altiplano. Regresar sin goles en la bolsa es motivador de por sí, pero indicar que el Scratch no le generó ni una situación real de peligro lo es aún más. Por otro lado, Perú viene de dos fechas en las cuales por fin se encontró como equipo. Logró su primera victoria como local en las eliminatorias contra Venezuela y mostró una entrega ejemplar en el empate contra la otra potencia del continente, Argentina.

Pero lo anímico no lo es todo en el fútbol, la historia también pesa. Perú nunca ha ganado por eliminatorias en el Hernando Siles y la última vez que anotó Chemo todavía jugaba. Las condiciones de juego también influyen, los dirigidos por Erwin Sanchez han sido inteligentes y combinarán la ya fastidiosa altura con el fuerte sol de las 2 de la tarde. Recordemos que esta combinación ya le dio resultados: goleó 4-1a Paraguay; mientas que jugando de noche perdió con Chile 0-2.

Lo positivo es la actitud tomada por Del Solar y su equipo: mantener la humildad. Aceptar que Bolivia es la favorita, porque lo es, y ser conciente de nuestras capacidades y limitaciones. No subirse al tren del optimismo sin pasaje de regreso es importante en caso de no conseguir lo esperado; la desilusión hubiera sido insuperable. Esperemos que esa humildad y mesura sean la base para mantener la actitud mostrada en los dos partidos anteriores y obtener un resultado positivo que nos permita seguir subidos en el tren camino a Sudáfrica.

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